En un informe de 73 páginas hecho público hoy, bajo el título "Lejos de la justicia: el Tribunal Supremo de Seguridad del Estado de Siria", HRW exigió la abolición de este Tribunal porque funciona al margen del sistema ordinario de justicia y sólo enjuicia a opositores al Gobierno.

Entre los procesados se encuentran 10 "blogueros", 16 activistas kurdos y ocho ciudadanos acusados de "insultar al presidente sirio", Bashar al Asad, en conversaciones privadas.

El informe se basa en entrevistas realizadas a antiguos procesados por el Tribunal, a sus abogados y a defensores de los derechos humanos en Siria, además de las notas tomadas durante los juicios por diplomáticos occidentales, los únicos observadores internacionales que tienen acceso a las sesiones.

A partir de estas fuentes, HRW ha recogido cargos contra 237 personas, que representan todos los casos conocidos entre enero de 2007 y junio del año pasado.

La directora para Oriente Próximo de HRW, Sarah Leah Whitson, afirmó que "el Tribunal de Seguridad del Estado es uno de los principales pilares de la represión en Siria".

"Es un tribunal ilegal que sirve para dar cobertura judicial a la persecución de activistas e incluso ciudadanos ordinarios por parte de los organismos de seguridad sirios. Los acusados no tienen oportunidad de defenderse y ni mucho menos de probar su inocencia de los cargos falsos que se presentan contra ellos", señaló.