La construcción de dicha planta en Villarrasa (Huelva) está actualmente "muy avanzada", según indicó García Barranca, al tiempo que expresó su confianza en que, con su puesta en marcha, desaparezcan la práctica totalidad de los vertederos incontrolados que existen en localidades situadas en la costa y la zona sur de la provincia.

La existencia de estos depósitos constituye un riesgo higiénico-sanitario para las polaciones, debido a los humos y malos olores que provocan, así como a los roedores y perros vagabundos que atraen.

La nueva planta tiene un presupuesto cercano a los 1.000 millones de pesetas, cuya financiación corre a cargo de la Agencia del Medio Ambiente (AMA) de la Junta de Andalucía. Su entrada en funcionamiento necesita de la instalación de cuatro centros de almacenamiento de basura, que inicialmente está previsto situar en las localidades de Almonte, Isla Cristina, Huelva y Manzanilla.

En eta planta serán tratados los residuos sólidos procedentes de localidades como Gibraleón y Lepe, en las que, años atrás, la Administración intentó ubicar sin éxito plantas de reciclaje. La decisión de ubicar estos depósitos en dicho municipio provocó intensos conflictos vecinales.