El aeropuerto de Palma de Mallorca es el más afectado por los vuelos retrasados por los paros convocados por USO y Sitcpla.

Se trata de la segunda tanda de paros en las bases españolas de Ryanair que comenzó este lunes y junto al martes ha dejado ocho cancelaciones y 521 retrasos. En la jornada de ayer, se redujo el número de vuelos cancelados de cuatro a dos debido a que dos de ellos finalmente se operaron por tripulación francesa, “en un nuevo caso de esquirolaje que lleva a cabo Ryanair saltándose el derecho a huelga”, según denunció USO.

Desde Ryanair, fuentes oficiales señalaron ayer que los sindicatos convocantes USO y Sitcpla “representan a una pequeña parte de nuestros tripulantes de cabina españoles” y “han llevado a cabo una serie de huelgas mal apoyadas en junio y julio que han tenido poco o ningún impacto en los vuelos de Ryanair”.

Desde la compañía insistieron en que esperan que los paros “no tengan ningún impacto” en los vuelos previstos en este mes y en septiembre y recordaron que recientemente han llegado a un acuerdo con el principal sindicato español, CCOO, sobre los salarios, programaciones (cuatro días en activo seguidos de tres jornadas libres) y los complementos de sus tripulantes de cabina españoles.

Los TCP de las diez bases que Ryanair tiene en España están llamados a parar por USO y Sitcpla de lunes a jueves hasta el 7 de enero. Los sindicatos reclaman a la aerolínea un cambio de actitud y que vuelva a retomar la negociación de un convenio colectivo que recoja unas condiciones laborales dignas y bajo la legislación española para sus trabajadores.

Ryanair ya ha sufrido este verano 14 días de huelga más que se saldaron con cerca de 300 vuelos cancelados con origen o destino en España, según el sindicato, que denuncia que desde el inicio de estas movilizaciones la compañía ha despedido a 11 TCP de forma ilegal y ha abierto expedientes sancionadores a otro centenar.