A juicio de los sindicatos, el masivo seguimiento de la huelga "expresa de forma elocuente el apoyo de los trabajadores del sctor a los planteamientos sindicales en la negociación del convenio, su rotundo rechazo del bloqueo de las negociaciones a que llevó la actitud patronal, y su exigencia de reabrir las negociaciones del convenio".

Isidor Boix, secretario de Acción Sindical de la Federación de Industrias, Textil-piel, Químicas y Afines (Fiteqa) de CCOO, declaró hoy a Servimedia que "el objetivo de la huelga no es protestar, sino exigir que se negocie, que se reemprendan las negociaciones del convenio".

Boix mostró u confianza en que la patronal cambiará su actitud en las próximas reuniones. "La huelga ha expresado el rechazo de los trabajadores a los planteamientos patronales, y después del éxito, lo que nadie podrá pensar es que los sindicatos vamos a aceptar lo que no habíamos aceptado antes. Esto quiere decir que la negociación supone la voluntad y exigencia sindical de que la patronal modifique su actitud", indicó.

Agregó que "no hay ultimatums por parte nuestra, pero sí hay rechazo de algo que no es aceptale. Negociar quiere decir modificar actitudes. El punto de encuentro no podrá ser, en ningún caso, lo que es el último planteamiento patronal. Eso, pensamos que la patronal lo habrá entendido".

La última oferta de la patronal fue una subida salarial para este año del 2,52%, sin cláusula de revisión, lo que supone de entrada, según los sindicatos, la pérdida de un punto de poder adquisitivo, mientras que UGT y CCOO reclaman el mantenimiento del poder adquisitivo.

Además, los sindicatos se oponen ala pretensión de la patronal de no cumplir lo pactado en el anterior convenio, en concreto la recuperación, para las tablas de negociación de este año, del poder adquisitivo perdido en 1994 (1,1 puntos). También rechazan la intención de los empresarios de flexibilizar más la jornada laboral y precarizar más el empleo.

Según los sindicatos, el seguimiento del paro ha sido muy elevado en las zonas donde el sector tiene un fuerte peso, como Cataluña, Castilla-La Mancha, Madrid y Valencia, y también ha sio muy importante en el resto de las comunidades. En conjunto, aseguran que han secundado la huelga más de 200.000 trabajadores de los 250.000 convocados.