Mientras las centrales aseguran que el 82% de la plantilla ha secundado el paro, provocando retrasos en los trenes de Largo Recorrido y Regionales -para los que no había servicios mínimos-, la dirección de Renfe asegura que la movlización fue seguida por el 20,5% del personal en toda España.

La empresa ha informado que el paro ha transcurrido con normalidad, sin incidentes reseñables y se han cumplido todos los servicios mínimos, que en el caso de los trenes de sercanías eran del 75%, si bien reconoce la aglomeración de viajeros en algunas grandes estaciones debido a los retrasos originados en servicios de larga distancia.

El motivo de la huelga es la creación por el Ministerio de Fomento del ente Gestor de Infraestructurs Ferroviarias (GIF), que desde las centrales se interpreta como "las bases para la división y posterior privatización de Renfe".

Entre las 8 de la tarde y las 10 de la noche está convocado un segundo paro, en el que se han fijado servicios mínimos del 50% para Cercanías, el más utilizado diariamente por usuarios de Renfe. Las mismas suspensiones de servicio se producirán mañana y el jueves a las mismas horas y con las mismas garantías de mínimos.