HUELGA. EL PRESIDENTE DE CSIF DICE QUE EL DIALOGO CON EL GOBIERNO SERA "MUY DIFICIL"
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El presidente de CSI-CSIF, Domingo Fernández, afirmó hoy que "el Gobierno tiene una deuda con los empleados públicos que algún día y de alguna manera tendrá que satisfacer", y advirtió que mientras no se solucione este problema el diálogo entre la Administración y los sindicatos ser "muy difícil".
Fernández declaró a Servimedia que su sindicato está "muy satisfecho" con el éxito de la huelga y de las manifestaciones de ayer. Indicó que los empleados públicos "han dado un testimonio claro de su rechazo a la decisión del Gobierno" de congelar el sueldo a los funcionarios y no cumplir los acuerdos con el anterior Gobierno.
"Ese era el objetivo, dar testimonio. No se trataba de paralizar el país y de suprimir esos servicios que son esenciales, y por eso hemos respetado los servcios mínimos, aunque fueran abusivos", agregó Fernández, quien dejó claro que el porcentaje de participación ha sido "tremendamente más elevado" que el que ha dicho el Gobierno.
Fernández dijo que los funcionarios no se están movilizando sólo por sus retribuciones, sino también porque "la organización que tiene esta Administración es caótica y no nos permite hacer nuestro trabajo bien". A su juicio, es necesaria una reforma "profunda" de la Administración para ofrecer unos buenos servicios, "y los empeados públicos tendrán que estar motivados y dignamente retribuidos".
El responsable de CSIF señaló que la respuesta del Gobierno tras la huelga supone o "un desprecio para los empleados públicos o que se quieren engañar a si mismos". Fernández advirtió que "éste es un tema que no ha quedado cerrado con la huelga de ayer".
"Es un problema", dijo "que tiene el Gobierno con sus funcionarios y que saldrá una y otra vez en todos los ámbitos, foros y mesas, y que mientras no se resuelva dificultará eldiálogo entre sindicatos y Gobierno". Añadió que "el Gobierno está en deuda con los empleados públicos y esta deuda algún día, de alguna manera u otra, la tiene que pagar", aseguró.
El responsable de CSIF descartó la posibilidad de que se convoquen más huelgas como la de ayer. "La de ayer no era una huelga para paralizar el país o causar trastornos, para eso hubiéramos hecho huelgas de otro tipo, o más largas o en cascada. Era una huelga para dar testimonio de rechazo", explicó.
Según Fernández, si se hacen huelgas, tendrían que ser de otro tipo, mucho más radicales, pero dentro de la legalidad. Huelgas como la de ayer, en principio, en el panorama próximo no las vemos ni las contemplamos".
(SERVIMEDIA)
12 Dic 1996
NLV