En la nota, el Ejecutivo navarro sostiene que la huelga es "gravemente perjudicial para la economía española y especialmente para la de Navarra, por su carácter marcadamente internacional", y precisa que no favorecerá en nada la situación de los trabajadores fijos, "porque el empleo no se va a mantener con medidas como la huelga, sino dinamizando nuestra economía".

El Gobierno navarro señala que "hubies sido deseable que las reformas necesarias de nuestro sistema económico y del marco de relaciones laborales se hubiesen realizado mediante la vía del pacto".

No obstante, subraya que "ante la imposibilidad de que el Gobierno socialista de Madrid y los agentes sociales lleguen a un acuerdo, es indispensable romper la situación de inmovilismo e ir acometiendo aquella reforma que pueda facilitar el cambio estructural de nuestro sistema económico, que nos ha llevado a ser el país con mayor tasa de paro y enor tasa de actividad de los países industrializados de nuestro entorno".

Finalmente, el Gobierno navarro advierte que será "beligerante", dentro del marco de sus competencias, contra aquellos que pretendan utilizar fraudulentamente la nueva regulación laboral.

Por su parte, el vicepresidente del Ejecutivo, Miguel Sanz, señaló hoy que al no haberse alcanzado un acuerdo entre la Administración foral y los sindicatos, cada departamento del Gobierno navarro establecerá unos servicios mínimos para e próximo día 27 mediante el sistema de decretos.

Los representantes sindicales pretendían que se respetaran únicamente las guardias de los días festivos, lo que fue calificado como "inaceptable" por el Gobierno autónomo.