A pesar de lograr el respaldo del 60% del sindicato a esta decisión, el Consejo Confederal de CCOO ha vuelto a escenificar una fuerte división entre quienes siguen las directrices del secretario general y quienes son fieles al ex "número dos", Rodolfo Benito, y al sector crítico que encabeza Agustín Moreno.

La reunión de Consejo, formado por unos 155 miembros, comenzó a las 10 de la mañana con la primera peculiaridad ue daba nota de la tensión en las posturas. Mientras un Consejo habitual cuenta con unas 30 ó 40 intervenciones, para hoy se habían solicitado 73 turnos de palabra.

El primero en intervenir fue Fidalgo, quien reiteró su postura de que la huelga general no es la movilización más idónea para protestar por una guerra, por lo que rechazó frontalmente apoyar la huelga convocada por UGT para el próximo 10 de abril.

Por contra, ofreció realizar ese mismo día una gran manifestación, paros de 15 minutos tdos los jueves hasta que acabe la guerra y prepararar, conjuntamente con la Confederación Europea de Sindicatos (CES), una gran movilización a nivel europeo, que sería seguida de la celebración del Primero de Mayo como fiesta de los trabajadores en favor de la paz.

ACATAR

El secretario de organización de CCOO, José Luis Sánchez, compareció para lanzar un mensaje a todos los miembros del Consejo y recordar que "las decisiones democráticas son las que todos asumen", en referencia a que algunos sectore habían planteado no respetar la decisión final del Consejo.

Tras Fidalgo, se fueron desgranando el resto de comparecencias, entre las que destacaron, en favor del secretario general, la del líder del Metal, Ignacio Fernández-Toxo, y en contra las de Rodolfo Benito, el líder de CCOO en Madrid, Javier López, y los representantes del sector crítico.

De hecho, los críticos y los seguidores de Benito abrieron una puerta al entendimiento y propusieron al Consejo que aprobara una resolución que diera lbertad a todas las federaciones para que, cada una en su ámbito, decidiera si apoyaba o no la huelga general del próximo 10 de abril y se unía a sus colegas de UGT.

Finalmente, la votación dejó claras de nuevo las posiciones y respaldó la postura del secretario general, José María Fidalgo, aunque críticos y seguidores de Benito debatirán mañana si aceptan o no la resolución del Consejo.

Fuentes de los seguidores de Benito explicaron a Servimedia que su intención es "acatar" la resolución, si bienreunirán a todas las federaciones que controlan para ver cómo actuar. "Buscaremos alguna solución que contente a nuestros afiliados, que quieren y han votado la manifestación contra la guerra", aseguraron.

Por su parte, Salce Elvira, "número dos" del sector crítico, indicó a esta agencia que mañana tienen previsto reunir también a las federaciones bajo su control, Asturias, Baleares y Rioja, para ver qué hacen.

UTILIZACION DE LA GUERRA

Según explicó, estas federaciones ya son soberanas y han voado apoyar a la huelga, por lo que llamarán a la movilización aunque, para respetar la decisión del Consejo Confederal, es posible que no la convoquen.

"Esto es un despropósito y una locura", dijo Salce Elvira, antes de asegurar que "los críticos iremos a la huelga, llamaremos a la movilización".

Mientras, Agustín Moreno arremetió contra la postura de José María Fidalgo y denunció que algunos dirigentes de CCOO, en referencia al secretario general y al líder del Metal, Ignacio Fernández-Toxo, hanaprovechado el asunto de la guerra para medir sus fuerzas ante el Congreso de CCOO que se celebra el próximo año.

"Algunos están en su propia guerra: asegurarse una mayoría para el próximo Congreso", insistió Moreno, antes de lamentar que la dirección de CCOO sea contraria al sentir mayoritario del sindicato y del 90% de los ciudadanos españoles.