En una nota de prensa, la FADSP señala que "el Gobierno entiende, al igual que el mundo empresarial, que la reforma del estado de bienestar consiste en recortar las prestaciones sociales, con el supuesto fin de ganar la batalla de la competitividad".

"Aunque esta posición es bien conocida, no ha dejado de sorprender, en un país como el nuestro que tiene un gasto social sumamente precario: 8 puntos por debajo de la media de la Unón Europea, la inusitada dureza del reciente decreto, restringiendo la protección del desempleo", añade la nota.

Los profesionales sanitarios aseguran que "las clases sociales más desfavorecidas y las áreas geográficas con menos recursos presentan peores indicadores en salud y peor expectativa de vida".

La FADSP muestra su preocupación por "los resultados negativos que el decreto va a provocar sobre los segmentos de población afectada. Son conocidas las consecuencias que sobre la salud causa el dsempleo, tanto psíquicas (pérdida de la autoestima, depresión, suicidio) como físicas. La limitación de los subsidios será un factor agravante de esta situación".

Este colectivo recuerda al Gobierno "la existencia de desigualdades en salud (manifestada por las tasas de mortalidad, prevalencia de algunas enfermedades o hábitos de tabaquismo y alcoholismo) expresa que la salud no es sólo un problema biológico o de acceso al sistema sanitario, sino una concurrencia de factores vinculados a la posición soial y al nivel de renta de las personas".

"La reducción de las desigualdades en salud, y no su ampliación como promoverá este decreto, tiene que ser uno de los objetivos primordiales de las políticas publicas", concluye la FADSP.