En declaraciones a Servimedia, Guerra explicó que esta actitud es lógica si se tiene en cuenta que es un sector donde más del 50 por ciento de los empleados son los propios dueños del establecimiento y sus familiares y donde el número de asalariados por establecimiento no llega a una persona.

Por este motivo, Guerra cree que "si no está el ambiente alterado, lo lógico es que abran todos los stablecimientos ese día y la participación en la huelga sea escasa, con lo que es presumible que no tenga mucho impacto". Explicó que otra cosa será lo que ocurra en las empresas de gran plantilla, donde el seguimiento puede ser mayor.

Guerra recordó que los paros sectoriales realizados en 1992 tuvieron un impacto muy pequeño. Sin embargo, la huelga general del 14-D sí que tuvo mucho impacto en los bares, restaurantes y cafeterías, pero, según Guerra, "eran otras las circunstancias y el ambiente de lahuelga. No es comparable. Hubo huelga de impacto en los transportes y en algunos momentos la silicona bloqueó las cerraduras de empresas y establecimientos".

El responsable de la Federación de Restaurantes, Bares y Cafeterías destacó la repercusión negativa que puede tener para el sector la huelga del próximo jueves al coincidir con la celebración de la Feria Internacional del Turismo. A este respecto, explicó que la hostelería y el turismo dependen en buena medida de las contrataciones que se hacen e esta feria.

La Federación Española de Restaurantes, Bares y Cafeterías ve con buenos ojos la reforma laboral aprobada por el Gobierno, que ha sido el principal motivo de la convocatoria del paro general del jueves, y rechaza la huelga.

Guerra aseguró que con la huelga del jueves "no se arreglan los gravísimos problemas que tiene el sector", un sector cuya actividad, indicó, ha caído un 30 por ciento en 1993 con respecto al año anterior y en el que muchas empresas están cerrando. "Vivimos una sitación dramática y la huelga no aportará nada positivo", indicó.