Díaz Gárate declaró a Servimedia que mañana "todos debemos cumplir nuestra obligación, y la de la policía, en ese momento, es garantizar el dereho de la gente a poder trabajar".

Destacó que supone que por parte de la Consejería "harán lo que tengan que hacer, y habrá una mayor presencia policial en la calle para evitar altercados y situaciones tensas".

El presidente de los hosteleros vascos reconoció que entre los miembros de su Federación hay "cierta inquietud y tensión" respecto a lo que pueda pasar mañana, porque, en casos como éste, "la situación se suele descontrolar".

Explicó que sus asociaciados temen la actuación de piquetesformados por gente "más o menos joven", que suelen estar "dirigidos" y cuyas acciones son imprevisibles. "Puede pasar cualquier cosa, y eso es un poco lo que nos preocupa", recalcó.

Añadió que una mayoría de los hosteleros vascos quieren abrir mañana, pero que lo que hagan dependerá de cómo vean la situación. "No es lo mismo abrir en San Sebastián o en Bilbao que en un pueblo pequeño del interior. Cada caso es particular y suele pasar que los barrios del centro están más protegidos, y el extrarradio ala buena de Dios", afirmó.

Concluyó que lo que debería suceder mañana es que los que quieran hagan huelga y el resto ejercer un "derecho elemental" como es poder "trabajar con tranquilidad".