En declaraciones a la Cope, el vicepresidente primero calificó la movilización de "injustificada", porque, a su juicio, "es desproporcionada en relación a otras respuestas anteriores, pero sobre todo porque hay abierta una vía permanente de diálogo y negociación que el Gobierno mantiene y a través de la que se pueden obtener logros importantes".

El dirigente popular explicó que el proyecto del Gobierno supone que, en 1997, "l inflación disminuirá por debajo del 3 por ciento y también supone que lo que le cuesta la vida a los funcionarios y a todos los ciudadanos va a disminuir en muchos de los capítulos fundamentales, como los recibos de la luz, el teléfono, el coste de la vivienda y los tipos de interés".

A este respecto, Alvarez Cascos afirmó que la renta disponible de los funcionarios en 1997 va a ser "muy superior" a la que disfrutaron en otros ejercicios.