Ambas partes, que hoy mantuvieron la cuarta reunión en lo que va de de semana, no se pusieron de acuerdo sobre la principal reivindicación de los trabajadores: su equiparación salarial con los empleados que dependen directamente del Ayuntamiento, y que se ocupan de la limpieza en los distintos centrales.

Los 1.800 empleados que forman parte de la plantilla de las contratas d limpieza viaria cobran entre 25.000 y 30.000 pesetas netas menos que los barrenderos que dependen de la Casa de la Villa.

Sin embargo, la concejala de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, considera que las peticiones salariales suponen un 70 por ciento de aumento del coste en días laborables y un 109 por ciento en festivos, lo que, a su juicio, es desproporcionado.

Por su parte, la Delegación del Gobierno ha decretado unos servicios mínimos del 50 por ciento de la plantilla habitual en cada turno e trabajo.

Estos mínimos son muy superiores a lo que pedían los trabajadores, un 10 por ciento del servicio y a las demandas de la patronal, que reclamaba un 25 por ciento.

La Delegación del Gobierno ha considerado que en esta ocasión se trata de un servicio esencial, por lo que debe haber una razonable proporción entre los perjuicios causados a los huelguistas y los que padezcan los usuarios.

Los mínimos cubrirán de modo preferente aquellas zonas cercanas a colegios, guarderías infantiles, esidencias de ancianos y centros sanitarios.