La constructora tiene previsto dedicar 2.500 millonesde pesetas para indemnizar a los trabajadores afectados, que suponen el 20% de la plantilla. Este preacuerdo, aceptado por CCOO y UGT, está condicionado a que su cumpla el resto del plan de viabilidad y a ser aprobado por la asamblea de trabajadores, que se celebrará mañana.

De las 325 bajas, sólo unas 25 serán jubilaciones anticipadas y el resto se dedicarán a bajas incentivadas. El preacuerdo ha sido enviado al Ministerio de Trabajo para que dé su conformidad.

Las bajas se empezarían a aplicarpartir del 15 de junio, fecha en la que la empresa tiene previsto proceder al levantamiento extrajudicial de la suspensión de pagos.

No obstante, para ello es fundamental la aprobación del crédito del ICO por valor de 5.000 millones y de avales por otros 15.000, pero la empresa es optimista sobre este aspecto y espera que el Gobierno dé su visto bueno a esta operación esta semana.

La decisión está en manos de los nuevos responsables económicos del Gobierno, ya que el ICO según sus estatutos no pede dar ayudas a empresas privadas en crisis, que estudian el tema con el plan de viabilidad diseñado por Huarte en la mano.

Además, la constructora, según fuentes de la empresa, cuenta con el apoyo mayoritario a su plan de los proveedores, obligacionistas y banca, que tendrían que capitalizar gran parte de sus deudas.

Dichas fuentes añadieron que una de las pruebas de la intención de continuidad de la empresa es que Huarte ha comenzado la construcción de sus nuevas oficinas en el Paseo de La Floida, en Madrid, adonde piensa desplazarse desde el centro empresarial de la capital, en torno a la Castellana.