Posteriormente, los nuevos jueces del alto tribunal, Manuel Jimenez de Parga y Tomás Vives (elegidos a propuesta del Gobierno), y Enrique Ruiz-Vadillo y Javier Delgado (a propuesta del Consejo General del Poder Judicial) repitieron este acto en la sede del Tribunal Constitucional.

El Consejo de Ministros del pasado 31 de marzo designó -con cuarenta días de retraso- al catedrático de Derecho Constitucional Manuel Jiménez de Parga, de 65 años, y al catedráticode Derecho Penal Tomás Vives, de 56, como nuevos miembros del Constitucional.

La renovación parcial del tribunal, que se hace cada tres años, afectaba en esta ocasión sólo a los dos magistrados de designación gubernamental y a los dos elegidos por el Poder Judicial.

Jiménez de Parga, natural de Granada y padre de siete hijos, cinco de ellos juristas, lleva 40 años ejerciendo la abogacía y ha sido un asiduo colaborador de diferentes medios de comunicación.

Por su parte, Tomás Vives, nacido enElche (Alicante), es catedrático de Derecho Penal y fiscal en excendencia. Fue vicerrector de la Universidad de Valencia y letrado asesor del Tribunal Constitucional en sus primero años de funcionamiento.

La designación de Jiménez de Parga y Vives como magistrados del alto tribunal no fue vista con buenos ojos por el Partido Popular (PP), cuyo secretario general, Francisco Alvarez Cascos, puso en duda, con su nombramiento, la voluntad de impulso democrático manifestada por Felipe González.

En conreto, Alvarez Cascos dijo que Jiménez de Parga ha mantenido una actitud de "hostilidad permanente y pública" hacia el PP, al tiempo que señaló que el nombramiento de Vives tuvo un "marcado caríz ideológico".