El seguro, que repercutirá en el precio final del inmueble entre un 0,6 y un 0,9 por ciento, será exigido a todos los promotores que pidan una licencia de obra a partir de hoy.

Por su parte, los compadores de una vivienda, oficina o local deberán recibir -y en caso contrario exigir- del promotor un certificado individual que demuestre la existencia de ese seguro y sirva de comprobante.

En caso de reclamación, el comprador deberá dirigirse directamente a la compañía aseguradora, pero debe tener en cuenta que la responsabilidad desaparece a los 2 años de haberse detectado los daños.

Si un promotor no contratara el mencionado seguro decenal, no podría inscribir en el Registro de la Propiedad esrituras públicas de declaración de obra nueva y respondería personalmente de los daños que se puedan producir.

El grueso de la Ley de Edificación no tendrá realmente trascendencia hasta dentro de dos años, cuando se prevé que esté listo el Código Técnico de la Edificación, que actualizará y elevará las exigencias de calidad de los materiales, aislamientos, instalaciones, canalizaciones, etcétera, de las construcciones.