La génesis de este movimiento se fraguó el 24 de junio de 1859, cuando el ginebrino Henry Dunant viajó a Solferino para cerrar un negocio con Napoleón III, pero se encontró con una cruenta batalla entre franco-sardos y austríacos, en la que unos 38.000 soldados murieron o resultaron heridos sin recibir atención médica.

A su regreso a Ginebra, Dunant publicó sus reflexiones en el libro "Recuerdos de Solferino", donde plantó la semilla de lo que serían las futuras sociedades nacionales de la Cruz Roja.

En este libro, Dunant propugnó estas sociedades con la finalidad de "cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo".

Cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública recogieron esta idea y, junto a él, impulsaron la constitución del Comité Internacional de la Cruz Roja en 1863. Después nacería la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, en 1919.

Debido a esta fecha tan señalada, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja celebra hasta el próximo domingo una serie de actos que tendrán lugar en la llamada "Aldea Humanitaria" de Solferino, un gran campamento que congregará a miles de voluntarios.

Entre las actividades de la "Aldea Humanitaria" están una exposición de Unidades de Respuesta en Emergencia, un concurso de refugios de emergencia, un trofeo de primeros auxilios, exhibiciones al aire libre, sesiones de formación, actividades sociales y deportivas y una muestra artística sobre la diversidad cultural.

El próximo sábado se celebrará la tradicional "Fiaccolata", un desfile de antorchas que, desde 1992, rememora el camino recorrido por las enfermeras que ayudaron a Dunant a trasladar a los soldados heridos en la batalla de Solferino hasta el puesto médico de Castiglione sin discriminación por motivos raciales, de nacionalidad o de pertenencia a uno u otro ejército.

Durante estos días se celebrará, además, un Encuentro Mundial de la Juventud para debatir sobre el papel de los jóvenes en la respuesta a los retos humanitarios de la actualidad, los llamados "Solferinos de hoy", y aprobar una declaración que será presentada en la sede de la ONU en Ginebra.