Con este acuerdo, desaparece la obligación que tenían los hoteles de comunicar a la Administración en el último trimestre de cada año las tarifas máximas que iban a aplicar durante el ejercicio siguiente.

Las tarifas comunicadas serán sustituidas por precios "orientativos", que podrán ser odificados al alza o a la baja en función de la demanda de camas y de la estrategia seguida por la dirección de cada hotel.

Para evitar que ello vaya en perjuicio de los clientes, la Federación Española de Hoteles y la Secretaría General de Turismo se han comprometido a impulsar los actuales sistemas de información, especialmente la Guía Oficial de Hoteles.

La organización patronal recalcó que "los precios publicados en dicha guía serán únicamente orientativos, a efectos de informar al cliente sore una banda de precios en función de las temporadas o de los días de la semana, la cual podrá ser modificada al alza o a la baja dependiendo de la oferta y la demanda".

También subrayó que este acuerdo "culmina un largo proceso negociador iniciado hace más de dos años a través del cual los hoteleros han venido reclamando de la administración turística españo la la modificación de la obsoleta legislación existente en el sector en materia de precios".