Según este centro sanitario, la opción de la hemodiálisis domiciliaria es, a priori, una posibilidad a considerar en muchos pacientes con insuficiencia renal, precisándose un entrenamiento previo, ya que es el propio enfermo el que realiza la técnica en su casa. No obstante, advierten los responsables del hospital madrileño, es recomendable que exista un acompañante a demanda por si requiere alguna ayuda.

Una vez que el paciente decide junto con su nefrólogo ser incluido en este programa, el personal de enfermería del hospital se encarga de tutelar el periodo de aprendizaje, que puede prolongarse entre uno y cuatro meses, en función de las necesidades del enfermo.

En un primer momento de este proceso se profundiza en qué significa una enfermedad renal crónica, los principios físico-químicos de la diálisis, las condiciones de higiene, los accesos vasculares, la cura de fístula, el manejo del monitor, la preparación del material, etc.

La segunda fase o de capacitación es la que implica que el paciente domine el manejo del monitor y sea capaz de resolver cualquier problema que surja.

Según el centro sanitario, el domicilio del paciente debe reunir algunas condiciones mínimas para desarrollar el programa, como disponer de una conexión de agua a la red, que pueda instalarse un sistema de depuración de agua, buena iluminación y suelo y paredes lavables si es posible, entre otras.

De manera periódica, el centro facilita al paciente los útiles necesarios para realizar la hemodiálisis: dializador, líquidos de diálisis, sueros, agujas, etc.

Una vez que la persona se siente preparada e inicia la hemodiálisis en su domicilio, el contacto con el Servicio de Nefrología es constante, tanto telefónico como presencial si es necesario y, en todo caso, siempre que necesite consultar cualquier duda.