Para el paciente, este modelo de hospitalización permite al paciente el regreso a su domicilio sin los inconvenientes que generan las estancias en un hospital, se reduce el riesgo de contraer infecciones hospitalarias, y existe una mayor humanización de la relación del personal sanitario y el paciente.

Además, hay una mayor preservación de la intimidad, lo que permite mejorar el grado de comodidad y de bienestar, a la vez que liberaliza los horarios de actividades propias (alimentación, higiene, descanso), se acelera la recuperación funcional y anímica, y se promueven las actividades de educación para la salud, al participar, tanto la familia como el propio paciente, en todo el proceso curativo.

La unidad de hospitalización a domicilio del Gregorio Marañón, creada en mayo de 1981, es la primera de España y ha servido de modelo para las 80 unidades que se han ido abriendo en hospitales del país, y sigue siendo referente de esta especialidad en España.

Está compuesta por 10 profesionales, de los que dos son médicos especialistas en medicina interna, seis enfermeras, un trabajador social y un administrativo. La unidad goza de gran aceptación entre los pacientes y sus familiares, y buena prueba de ello es que en 25 años no ha recibido ninguna reclamación por sus servicios.