De este sistema y de las posibilidades que ofrece se ocupan las II Jornadas de Sanidad Militar (Requerimientos Operativos y Modernización de Estructuras), que organiza la Inspección General de Sanidad del Ministerio de Defensa.

A diferencia de otros sistemas que tan sólo incluyen videoconferencia y recepción de signos vitales minutos después de ser enviados, el TM-64, utilizado por el Ejército,permite transmitir electrocardiogramas, parámetros hematológicos, imágenes radiológicas, ecografías, exploración visual superficial y otros signos vitales, que son recogidas en el Centro de Referencia del Gómez Ulla, desde cualquier punto del globo en tiempo real.

Esta inmediatez en el envío de los datos es destacada por el general Alfonso López Miranda, director del hospital, ya que, a su juicio, "permite que el soldado que se encuentra en campaña disfrute de la misma calidad asistencial que si se enontrara en un hospital español".

El Ejército pretende implantar una red de telemedicina entre los hospitales militares de toda España, que quedarán reducidos a seis, con el Hospital Gómez Ulla (que pasará a llamarse Hospital Central de la Defensa) como Centro de Referencia. Esto permitirá que cualquier caso pueda discutirse en una sesión clínica en la que participen especialistas de cualquiera de ellos, que podrán consultar todos los datos del paciente en tiempo real.

Para el contingente desplazao en el exterior, en misiones de paz, o en los buques de la Armada, también existen proyectos para implantar la telemedicina de tecnología española.

Después de los primeros equipos sencillos de telemedicina, utilizados en las fuerzas desplazadas en Bosnia y Kosovo hace más de cinco años, la primera misión en incorporar el conjunto del sistema ha sido la misión humanitaria en Afganistán, que lleva funcionando desde hace dos meses, con conexiones diarias con el Centro de Referencia.

A esta misión l han sucedido la de Bosnia y la del buque Patiño, que cuentan con sistemas operativos desde hace unos días.

El general López Miranda está convencido de que la telemedicina en tiempo real permitirá no sólo salvar vidas, sino también realizar evaluaciones precisas en caso de epidemias o ataques químicos o bacteriológicos, además de gestionar mejor los recursos y evitar evacuaciones innecesarias.