Inicialmente, las azafatas están destinadas en los servicios de admisión y en el de atención al usuario, que dependen del jefe de servicio. Su misión es la recogida de historiales clínicos, archivo, acompañar el enfermo a las diversas zonas del centro, consultas externas, apoyo al paciente en la bibliotca, reclamaciones y sugerencias.

López Iglesias explicó que les preocupa mucho el bienestar del paciente en su más amplio sentido: técnico, humano y en todo los aspectos paralelos al interés sanitario que tengan repercusión sobre su dolencia.

"La misión de estas azafatas", agregó, "es el trato directo con los enfermos en cualquier materia paralela a la sanitaria. Está claro que es importante que el enfermo se encuentre bien en el centro, porque todo ello repercute en la enfermedad. Pretendemos qu el enfermo reciba un trato amable y con alegría. Ellas (azafatas) no tienen ninguna responsabilidad sobre el enfermo".

Por último, López Iglesias reconoció que la figura de la azafata de hospital es una categoría que no se contempla en el Insalud, "pero posiblemente será necesario recogerla", por lo que esta experiencia "es un avance que mejora la humanización de la asistencia sanitaria".

Las azafatas han sido formadas por una agencia de Cáceres en materia de psicología básica, psicología del paiente y técnicas de comunicación y recepción.