Esto ha ocurrido, según el comité, mientras el Gobierno regional impide desde 1991 el acceso de enfermos al psiquiátrico a causa del enfrentamiento que mantienen la Diputación regional y el Insalud por el precio que debe pagar la Administración central por ama ocupada.

El ingreso denunciado por el comité de empresa, con mayoría de UGT, se produjo tras "las sucesivas llamadas de un familiar del paciente, que decía que era amigo personal del presidente, de la directora de Bienestar Social, Feliciana Peña; del asesor del presidente, José Ramón Saiz, y, finalmente, del presidente del Gobierno en persona".

La denuncia del comité de empresa señala que ésta se produce no por el ingreso en sí, sino por el trato de favor que reciben algunas personas en perjicio de otras. El comunicado indica que no es la primera vez que se producen casos similares desde que el presidente cántabro remitiera una circular en la que indicaba que sólo podían hacerse ingresos por orden expresa suya.

"Pese a que la Constitución dice que todos los ciudadanos somos iguales ante la ley, algunos son más iguales que otros en nuestra región, si uno es amigo del presidente del Gobierno regional". señala el comité. "Sus amigos se puede saltar las normas e ingresar en Parayas sin que l afecte la prohibición, lo que ha sucedido en varias ocasiones en los últimos tiempos".

Germán Morales, miembro del comité de empresa, señaló que este ingreso es la gota que colma el vaso por la forma en la que se produjo. "Aquí han intervenido desde el director de un periódico regional, que es el familiar del paciente, hasta el presidente regional", indicó.

Por su parte, la Diputación Regional ha respondido a estas acusaciones asegurando que los empleados del psiquiátrico han actuado de "mala fe y "por motivaciones políticas". Después de desmentir la intercesión de Hormaechea, el Ejecutivo cántabro indica que el ingreso se produjo a raíz de un mandato judicial.

La prohibición de ingresos en el Hospital Psiquiátrico de Parayas, dependiente de la Fundación Marqués de Valdecilla, adscrita a la Diputación regional, tiene su origen en la falta de entendimiento entre el Insalud y el Gobierno cántabro por el precio de la cama ocupada. En la actualidad, en el centro existen 85 pacientes, cuando la cpacidad del mismo es de más de 300 camas.