LA HOMOSEXUALIDAD SE CASTIGA EN 86 PAÍSES, EN SIETE DE ELLOS CON LA PENA DE MUERTE
- La Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA) publica un mapamundi sobre el trato a los homosexuales
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Un total de 86 países mantienen como delito la homosexualidad y la transexualidad, y en siete de ellos se castiga con la pena de muerte, según el "Mapamundi sobre la situación de los homosexuales", que hoy hizo pública la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA).
La ILGA presentó esta radiografía con motivo de la celebración mañana, sábado, del Día Mundial contra la Homofobia, que se conmemora con motivo de la retirada de la homosexualidad de la lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 17 de mayo de 1991.
África y Asia son los continentes donde la "caza" del homosexual tiene más fuerza. Los siete países donde se persigue con la pena de muerte son Irán, Mauritania, Arabia Saudí, Sudán, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Nigeria.
En el polo opuesto, hay en vigor leyes antidiscriminatorias de la homosexualidad en 49 países y en 19 hay un reconocimiento y registro de las uniones del mismo sexo.
El progreso más significativo registrado este último año ha sido en Nicaragua, donde la homosexualidad ha sido despenalizada y ahora está protegida: la orientación sexual de la víctima es circunstancia agravante cuando está en la base de cualquier delito, igual que en el Código Penal español de 1995.
Rosanna Flamer-Caldera, co-secretaria general de ILGA, dijo hoy que aunque muchos de los países de la lista negra no aplican sistemáticamente estas leyes, "su mera existencia refuerza una cultura donde una significativa parte de la ciudadanía necesita esconderse del resto de la población, por miedo".
"Es una cultura en la que el Estado justifica el odio y la violencia y que fuerza a las personas a la invisibilidad y a negar a quiénes son realmente (...) La homofobia es un fenómeno cultural", añadió.
MORATINOS
Para el español Jordi Petit, presidente de honor de la Coordinadora de Gais y Lesbianas (CGL), el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, debería protestar especialmente ante las embajadas de los siete países que castigan la homosexualidad con pena de muerte. "La diplomacia española debe denunciar estos atropellos en todos los foros internacionales".
Petit agregó que hay que felicitarse, en cambio, de que España esté junto a los cinco países y dos estados que reconocen el derecho a matrimonio entre parejas del mismo sexo: Holanda, Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica y los estados norteamericanos de Massachussets y California.
El activista catalán cree que así como hay que congratularse de que haya leyes de parejas de hecho en numerosos países de la Unión Europea, sin embargo, los nuevos miembros, como Polonia y varios países bálticos, presentan "un notable grado de homofobia entre la población".
(SERVIMEDIA)
16 Mayo 2008
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