HOMENAJE AL TAXISTA QUE DEVOLVIO DOS MILLONES: "SER BUENO SE HA CONVERTIDO EN NOTICIA", DIJO HUETE
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El alcalde de Madrid en funciones, Luis María Huete, señaló en el homenaje que hoy rindió el Ayuntamiento de la capital a Marcos Domínguez Egido, el taxista que devolvió dos millones de pesetas al cliente que se los había dejado olvidado en su automóvil, que "desgraciadamente, el ser bueno se ha convertido en noticia en un momento en el que estamos en la cultura del pelotazo, del cafelito mediador y del dinero fácil".
Huete extendió el homenaje a todo el gremio de profesionales del taxi, "que desde el anonimato dan muestras continuas de honradez". Alabó gestos como el de Domínguez y "los que protagonizan cada día muchos otros taxistas".
"Hay personas que hacen de su honradez todo su capital humano", señaló Luis María Huete momenos antes de entregarle al homenajeado una Puerta de Alcalá en metacrilato, como recuerdo de este reconocimiento del pueblo madrileño.
"Se podrían haber hecho muchas cosas con ese dinero y, sin embargo, él hizo lo que tenía que hacer: devolvérselo a su legítimo dueño", añadió el alcalde en funciones.
Por su parte, Marcos Domínguez agradeció sinceramente el reconocimiento de las autoridades municipales, pero aspira a recuperar el anonimato cuanto antes. "Claro que agradezco que me reciba el alcaldede Madrid, pero quiero que pase todo pronto, porque yo no estoy acostumbrado a esto".
"ME MIRAN EN EL BARRIO"
"Ahora me miran en el barrio y lo que me consuela es pensar que es mejor que me miren por esto, que no por haberme quedado con el dinero", afirmó Domínguez.
El atribulado taxista apenas si recordaba al cliente que olvidó los dos millones "porque fue de esos viajes en los que no hablas nada, ya que iba dormido todo el tiempo".
Aún no comprendía por qué su honradez es noticia. "¿Qué ba a hacer yo con dos millones de pesetas?", se preguntó. "Seguiría levantándome para trabajar doce horas y encima arrastraría el remordimiento de haberme quedado con lo que no es mío".
Domínguez aseguró que siempre ha devuelto todo lo que los clientes han olvidado en el asiento trasero de su taxi. "Todo, salvo los paraguas", reconoció, "porque pierdes una hora y media y luego no sirven para nada".
En cuanto al afortunado cliente, ha premiado el gesto del taxista con 50.000 pesetas, una cantidad ue le ayudará a pagar la reparación de su automóvil, averiado desde ayer, por lo que hoy tuvo que acudir a la Casa de la Villa sin su habitual medio de trabajo.
(SERVIMEDIA)
06 Ago 1993
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