El padre del "casco azul", general de Intendencia Arturo Muñoz Berbel, dijo que la "abnegación y sacrificio que caracteriza a los hombres del campo es la misma que llevaron al teniente Muñoz a Bosnia; valores que hizo posible su misión hasta después de su muerte, al donar sus órganos para que otros pudieran seguir viviendo".

La presentación del homenaje la hizo el alcalde de El Ejido, Juan Enciso Ruiz, que explicó el significado del mismo. La corporación municipal acordó dar el ombre del teniente fallecido a una plaza de la localidad, sobre la que se ha levantado un monumento de mármol blanco coronado por una paloma, símbolo de la paz.

El general gobernador militar de Almería y jefe de la Brimt XXIII, Manuel Valero Catalán, expresó su agradecimiento en nombre de las Fuerzas Armadas por este homenaje.

Seguidamente, tuvo lugar un acto a los caídos, en el que fue interpretado el himno de oración, y dos policías militares depositaron una corona ante el obelisco en honor delteniente Muñoz Castellanos.

Los actos finalizaron con un desfile de fuerzas de la Brigada de Infantería Motorizada XXIII. El teniente Muñoz tenía 28 años y estaba casado.