En principio, existen numerosos mecanismos que permiten al ser humano ajustar su dieta alimenticia a sus necesidades fisiológicas. Sin embargo, en la motivación ante la comida entran también los factores sensoriales o los sociales, y aquí es donde se puede encontrar una diferencia entre hombres y mujeres.

El informe señala que los primeros son los que consumen produtos más azucarados y las segundas las mejor informadas sobre nutrición.

Asimismo, los hombres prefieren productos que contengan más del 20% de azúcar, mientras que las mujeres se conforman con el 10%. Sin embargo, esta actitud también podría estar condicionada por el interés de las féminas en controlar el peso.

Por otro lado, los hombres son los que adaptan mejor el consumo de alimentos a sus necesidades energéticas, aunque éste no es el caso de las mujeres.

Según los expertos, las mujeres sn las que están mejor informadas sobre el valor nutricional de los alimentos y siguen las recomendaciones de los especialistas en dietética. Pero, del mismo modo, son las que consumen más productos pobres en materias grasas y azúcares, y se ponen siempre un plato con menos cantidad que los hombres.