Aunque tanto la poicía nacional de Sant Boi como el Juzgado de esta localidad investigan aún la causa del suceso, los primeros indicios apuntan a que Francisco Márquez se roció con gasolina y posteriormente prendió fuego a su cuerpo en su automóvil, un "Renault 11" con matrícula B-3326-GV, indicaron fuentes policiales.

Las citadas fuentes afirmaron que la hipótesis de un suicidio de este tipo la confirma el hecho de que a pocos metros de distancia del coche se encontraba la documentación de la víctima.

Según vario testigos que se encontraban ayer en la ermita de Sant Ramon, momentos antes de oir una fuerte explosión vieron salir y entrar a la víctima varias veces de su vehículo.

Francisco Márquez, que trabajaba en el sector de la construcción y actualmente estaba en paro, era vecino de Viladecans (Barcelona), estaba casado y tenía dos hijos, uno de los cuales está cumpliendo el servicio militar. Según manifestó su esposa a la policía, la familia no sufría problemas económicos ni de convivencia.

Los vecino de la víctima explicaron que era una persona muy tranquila, que no solía hablar con ellos y al que sólo veían cuando paseaba a su perro.