Antonio López Calvo, de 62 años y vecino de Sarrión (Teruel), mató a su esposa en una de las habitaciones del domicilio conyugal. A continuación se personó ante el juez de paz para informar de lo sucedido y quedó a disposición judicial.

Una vecina y familiar del matrimonio relató a RNE en Aragón el suceso: "La ha bajado de la habitación dice que arrastras, esto lo ha dicho una pima que ha estado en el cuartel con ellos (...) Tienen un sofá en la entrada y la ha acostado en la entrada. La ha peinado y le ha puesto una sábana encima y se ha ido a casa del juez".

Una vez ante el juez, y según el mismo testimonio, el presunto homicida confesó: "He matado a Consuelo". Al ser interrogado por las causas de su acción, respondió: "Lo tenía que hacer". El cadáver de la víctima fue trasladado al Hospital Obispo Polanco de Teruel, donde se le efectuará la autopsia.