Garvín saltó la valla que protege las obras que se están realizando en el citado teatro hacia la una de la tarde y se instaló en la grúa de unos 50 metros de altura, equipado con cuerdas y material de alpinismo.

Una vez arriba y tras quedar suspendido, el alpinista profirió gritos a favor de la huelga general y exigió la presencia del Rey y del ministro de Hacienda.

Garvín, que con la indemnización cobrada por un accidente de tráfio adquirió un barco en Argentina, exigió, como ya hizo en la plaza de Castilla, que el Ministerio de Hacienda le exima de pagar el impuesto del IVA por esta compra y le levante el embargo decretado sobre la embarcación.

Los bomberos acordonaron la zona del Café de Oriente, donde se encuentra la grúa, y desplegaron una colchoneta bajo el escalador. A la hora de redactar esta noticia, los bomberos permanecían a la espera de que cambie de actitud o que se persone algún representante de Hacienda, tal y coo exige, ya que, de momento, no han subido a por él.