Los hechos ocurrieron sobre las tres de la tarde del pasado 23 de enero, cuando la acusada, I.S.S., fue golpeada por su marido, P.E.C., en el transcurso de una discusión y estando ambos en estado de embriaguez.

Poco después, la mujer cogió un cuchillo de cocina de 23 centímetros y se abalanzó sobre su marido, a quien se lo clavó en la pierna izquierda, cuando éste se disponía a salir deldomicilio.

El fiscal, que no considera que la mujer intentara castrar a su marido, pide en sus conclusiones provisionales una multa de 100.000 pesetas para la agresora por un delito de lesiones y cinco días de arresto menor para su esposo.

El abogado defensor del agredido ha manifestado que la acusada intentó castrar a su marido, presa del alcohol y la impotencia. "Ese día estaban los dos cónyuges en un estado de embriaguez bastante profundo y después de una discusión, durante la que llegaron a isultarse e incluso a herirse levemente, la mujer intentó castrar al marido con un cuchillo, clavándoselo en una pierna y provocándole una herida de 30 milímetros".