Así lo reflejan los indicadores de pobreza energética correspondientes al año 2021 publicados este jueves por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El indicador de temperatura inadecuada en la vivienda es el único que empeora y encadena dos años al alza. Así, no deja de crecer desde que en 2019 cayera hasta el 7,6% de los hogares, frente al 9,1% de 2018, primer año del informe.

Por otro lado se registra mejoría en el indicador de la pobreza energética escondida, que baja del 10,3% al 9,3% de los hogares; en el de gasto desproporcionado, que baja del 16,8% al 16,4%, y en el de retraso en el pago de las facturas de los suministros de la vivienda, que se reduce del 9,6% al 9,5%.

La actualización anual de estos indicadores permite al Gobierno avanzar en la política de protección de los consumidores vulnerables, ámbito en el que ya ha desplegado un abanico de medidas para afrontar la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania.

Como consecuencia de estas medidas de apoyo, según destaca Transición ecológica, la factura eléctrica de los hogares vulnerables con bono social es similar a la que abonaban antes de la crisis.