Zaplana hizo esta declaración nada más conocerse la falta de acuerdo tras la reunión entre el presidente del Gobierno, Felipe González, y el presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, José Bono, sobre el trazado de la N-III a su paso por las hoces del río Cabriel.

"No es lógico que el presidente del Gobierno tenga que pedir permiso a un presidente de una comunidad para aprobar la conclusión de las obras de la N-III, tan necesaria para los intereses de los valencianos", dijo aplana.

Según el presidente valenciano, el Gobierno central "ha faltado a su palabra, porque se había comprometido conmigo, en el pasado mes de agosto, para terminar la N-III lo antes posible por un trazado aceptado por nosotros, aun con alguna modificación".

Zaplana dijo que "quien tiene razón en este tema soy yo y el Gobierno falta a sus compromisos en cuanto a estas obras, que deberían estar finalizadas hace mucho tiempo".

Calificó de "polémica absurda y debate caduco" las últimas gestions del Gobierno con la autonomía de Castilla-La Mancha para que acepte el trazado por las hoces del río Cabriel. "Los ministros valencianos del Gobierno socialista", dijo en referencia a Joan Lerma, Pedro Solbes y Carmen Alborch, "tendría que hacer valer los intereses valencianos y conseguir en el próximo Consejo de Ministros el acuerdo definitivo para concluir la N-III".