Con esta adjudicación, el departamento dirigido por José Borrell da un paso más en el proceso para la construcción de la autovía a través de las hoces del río Cabriel, obras a las que se oponen los grupos ecologistas y el Gobierno de Castilla-La Mancha, con su presidente, José Bono, al frente.

El tramo adjudicado hoy tiene una longitud e 31,1 kilómetros y contará con dos calzadas de 7 metros cada una, con arcenes de 2,5 metros, interiores de 1 metro y mediana de 12 metros. Contempla tres enlaces, en Villargordo del Cabriel, Jaraguas y Venta del Moro, y un semienlace en Minglanilla.

Asimismo, se construirán 2 viaductos, 10 pasos superiores y 14 pasos inferiores, así como un túnel artificial para restituir la topografía inicial del terreno y no interrumpir el paso de fauna, según las mismas fuentes. Se proyectan 31,3 kilómetros de camnos de servicio para garantizar el acceso a las propiedades colindantes.

El tráfico previsto para 1996 se encuentra entre los 12.000 y 15.000 vehículos diarios, según los tramos. De ellos, entre el 30 y el 45% serán vehículos pesados. Con la construcción de este tramo se cerrará definitivamente el recorrido entre Madrid y Valencia a través de una autovía.

ESTUDIO MEDIOAMBIENTAL

El Ministerio de Obras Públicas, en el comunicado difundido hoy, argumenta que la Secretaría de Estado de Medio Ambiene ha realizado un análisis ambiental del proyecto para asegurar que resulta compatible con la protección ambiental que la Junta de Castilla-La Mancha ha establecido sobre la zona oriental de la Manchuela conquense, que será atravesada por la autovía.

Según el MOPTMA, el proyecto contempla medidas correctoras relativas a la protección de la fauna, del sistema fluvial, del patrimonio cultural y de recuperación ambiental e integración paisajística, destacando el establecimiento de 23 pasos de fauna en eltramo, incluyendo entre ellos la construcción de un túnel artificial.

El ministerio considera que el impacto sobre la fauna, tras la aplicación de las medidas correctoras, será prácticamente nulo, puesto que no resultan afectadas las áreas identificadas de nidificación de aves rapaces, y los niveles de ruido que se alcancen en dichas áreas, una vez puesta en marcha la autovía, serán prácticamente iguales a los existentes en la actualidad.

Además, durante la fase de construcción se prohibirá realiar obras en el periodo comprendido entre el 15 de febrero y el 31 de julio y toda la maquinaria de obra deberá llevar dispositivos silenciadores. El efecto barrera sobre la fauna quedará anulado, siempre según Obras Públicas, con la habilitación de los 23 pasos de diferente tipología y dimensión, distribuidos uniformemente a lo largo del trazado.

Tampoco se producirán impactos sobre las aguas superficiales, continúa el comunicado del ministerio, puesto que el viaducto se ha diseñado de forma que las plas no afectan al cauce, las instalaciones de obra se rodearán de una zanja para recoger posibles vertidos y se ha previsto la instalación de tres balsas drenantes para evitar contaminaciones al río Cabriel en caso de accidentes y para reducir la carga contaminante de la escorrentía de la calzada.

En cuanto al paisaje, los impactos se producirán en un área de escaso valor, asegura el MOPTMA, y el efecto sobre el escenario de fondo queda reducido porque el viaducto se ha ubicado a 300 metros del iniciode las Hoces del Cabriel y se erigirá a una altura mínima sobre el cauce (mayor cuanto más alejado está de las Hoces).

La revegetación de desmontes, terraplenes y zonas especiales mediante diferentes técnicas y empleando especies autónomas, es otra de las medidas correctoras que utilizará el proyecto aprobado por el Ministerio de Obras Públicas.