En declaraciones a Servimedia, Tusell dijo que el informe de la Academia es de gran envergadura, al entender que ha sido capaz e diagnosticar correctamente, en un tono concilidador y de diálogo, cómo está la enseñanza de la Historia en España.

"La Academia hace un análisis de cómo se ha llegado a esta situación, muestra una voluntad de diálogo y, sobre todo, no tiene la pretensión de imponer un historia de España rígida y uniforme", explicó Tusell.

Además, advirtió del peligro que supone que el informe de la Academia sea utilizado como arma de confrontación política. "El estudio no se limita a las cuatro líneas en lasque habla de las ikastolas, sino que va mucho más lejos. Hay que leerlo entero para no repetir los errores cometidos en la etapa de Esperanza Aguirre, y que impidieron el consenso en la reforma de la educación", indicó.

Tusell hizo hincapié en algunos de los ejemplos recogidos por la Real Academia de Historia para ilustrar las deficiencias detectadas en algunos textos escolares. "Decir que Jovellanos fue ministro de Carlos III es una melonada, al igual que es una barbaridad resumir en 22 líneas la Sgunda República, la Guerra Civil y el régimen de Franco", señaló.

Finalmente, Tusell subrayó que, como recoge el informe, resulta necesario y urgente romper el círculo vicioso establecido entre la supuesta pugna nacionalismo españolista-nacionalismos periféricos.