HISTORIA. LABORDA RECHAZA DEBATIR LAS HUMANIDADES EN EL SENADO PORQUE "SERIA COMO DISCUTIR SOBRE LA EXISTENCIA O NO DE DIOS"
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El portavoz socialista en el Senado, Juan José Laborda, rechazó hoy la pretensión del Grupo Popular de trasadar al Senado y a los parlamentos autonómicos el debate sobre el futuro decreto de Humanidades, y coincidió con la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, en que la resolución de esta cuestión compete por ley al Gobierno.
Laborda mantuvo hoy un encuentro con periodistas para explicar los planes de su grupo paramentario durante el próximo periodo de sesiones.
En relación con la propuesta popular de establecer una discusión parlamentaria sobre las Humanidades, en la que participarían, asimiso, los gobiernos regionales, comentó que este asunto "no necesita ningún tratamiento parlamentario, además de que es innecesario generar un gran debate en todas partes sobre una cuestión que es incumbencia del Ejecutivo".
De igual modo, expresó su preocupación porque, de llevar adelante esta iniciativa del PP, "el debate podría convertirse en algo trágico para la convivencia en España y para el respeto que merece la historia, que sigue siendo una actividad académica regida por la libertad de cátedra.
Al respecto, agregó que, "si hicieran esto estarían cometiendo el mismo error que si trajéramos a debatir a los parlamentos la cuestión de si Dios existe o no, para descubrir quiénes tienen dudas, quiénes creen en el arrianismo, en la ortodoxia cristiana, católica o calvinista".
"Esas cosas no se pueden hacer así y mucho menos intentado poner con ellas en evidencia supuestas contradiccionees de los adversarios políticos", apuntó.
Por último, apuntó que "lo denunciable es que durante os últimos cinco años las cámaras hayan estado paralizadas porque la mayoría del PP más los nacionalistas no han querido nunca abordar debates sobre la situación de las autonomías, entre los cuales está el tema de la historia común, y ahora, la mayoría absoluta nos quiere traer un debate forzado que debería de ser sosegado y con voluntad de integración. Ni la historia de España ni la existencia de Dios se puede someter a un debate de esta naturaleza", concluyó.
(SERVIMEDIA)
06 Jul 2000
L