En concreto, en julio se hipotecaron 1.596 fincas rústicas, casi un 2% menos que el año pasado, con un capital prestado total de 200,467 millones de euros, cifra un 18% superior a la de julio de 2001.

Además, se hipotecaron 61.291 fincas urbanas, casi un 12% más que en julio del ejercicio pasado, con un capital prestado por importe de 5.880,758 millones de euros, lo que supuso un incremento del 22,3% respecto al capital prestado en estas hipotecas en julio de 2001.

La mayora de las fincas urbanas hipotecadas en julio fueron viviendas construidas, el 72,2% del total, y el resto viviendas en proyecto o construcción (12,2%), edificaciones con fines distintos a los de vivienda (12,1%) y solares (3,5%). En el caso de las fincas rústicas, la mayoría fueron de secano (1.293 fincas) y el resto de regadío (303 fincas).

Las cajas de ahorros fueron las que más préstamos hipotecarios concedieron para estas fincas en julio, por importe de 3.298 millones de euros, seguidos de los banos (2.366 millones) y otras entidades financieras (395 millones de euros).

Por comunidades autónomas, Cataluña y Andalucía se sitúan a la cabeza en fincas rústicas y urbanas hipotecadas, al concentrar el 40% del total. Concretamente, en Cataluña se hipotecaron en julio 13.267 fincas, con un capital prestado de 1.436,28 millones de euros, mientras que en Andalucía se hipotecaron 11.783 fincas y el capital prestado fue de 997,85 millones de euros.