Un portavoz de la patronal de las grandes superficies (ANGED) dijo hoy a Servimedia que estos centros cumplirán escrupulosamente el decreto liberalizador, que declara prohibida la utilización del libro como gancho comercial para la venta de productos de naturaleza distinta.

Responsables de los editores y los libreros coinciden en sus temores de que los híper sortearán esta prohibición. "Al final, terminarán anunciando de una manera u otra el regalo de libros si te compras una mocila, un chándal y un kilo de carne", bromeó hoy el alto cargo de una editorial.

Las grandes superficies rechazan también las críticas que ayer lanzaron de nuevo los editores y libreros en el sentido de que la rebaja libre de los libros de texto obedece a la presión del "lobby" de los grandes centros comerciales.

"Las grandes superficies defendemos el decreto porque supondrá un ahorro para el consumidor, pero no hemos ejercido ninguna presión al Gobierno para que lo apruebe", dijo el portavoz e ANGED.