Un aficiado inglés que tenga que seguir a su equipo al continente se gasta 1.875 libras (2.756 euros) por temporada, incluyendo el precio de las entradas, viajes, comer fuera de casa y "merchandasing" vario.

Suponiendo que este aficionado tenga como tal una vida activa de unos 52 años, el desembolso total exigido por una vida de fidelidad a los colores del equipo de fútbol correspondiente sube hasta los citados 140.000 euros.

Incluso los aficionados menos ardorosos, que siguen a su equipo haciendo 'sillón-ball", dedican a su pasión, en suscripciones a televisiones de pago y revistas deportivas, una media de 416 euros al año y un total de 21.600 euros a lo largo de una vida de alegrías y decepciones siguiendo a su equipo desde la sala de estar.

Estas expresivas cifras, según el presidente de la Federación inglesa de Aficionados al Fútbol, Malcolm Clarke, demuestran que el hincha es "la sangre del fútbol. Sin ellos, los millones de los patrocinadores y las televisiones no llegarían a materializarse".

Por esa razón, reclamó un mejor trato, especialmente para los aficionados que van al estadio, que se dejan en taquilla alrededor de 30 libras por partido.