Fue una sorpresa para los más de 100 invitados que se encontraban sentados en el comedor de gala del Palacio Real y también para los Reyes cuando ambas se levantaron de sus asientos y con sus móviles en la mano se acercaron a un micrófono colocado discretamente y en el que nadie reparó.

Primero tomó la palabra la princesa Leonor quien mirando al móvil dijo: “Mamá, papá, majestades”, haciéndose un silencio en la sala porque nadie conocía esta intervención. A continuación su hermana la infanta Sofía añadió, “perdón por colarnos, pero nosotras tenemos algo que decir hoy. Gracias por acompañarnos para recordar que en estos diez años hemos aprendido lo que significa el compromiso que los cuatro tenemos con todos los españoles”.

A continuación solicitaron un brindis “por nuestra madre y nuestro padre, nuestros Reyes, que nos han enseñado el valor de esta institución que tiene el propósito de servir a todos”.

Los Reyes, sobre todo don Felipe, estaban visiblemente emocionados porque no sabían nada de las palabras de sus hijas. El monarca comentó a la persona que estaba a su lado “no tenía ni idea”.