Los hechos comenzaron sobre las 10 de la mañana. La abuela, que intentó acercarse a la pequeña, de 11 años, y preguntó a los niños sobre su nieta durante el recreo, perdió los estribos, según las mismas fuentes, y entró en la portería del Colegio Santa Ana, donde está matriculada la niña, gritando que llamaran al 091, porque había una orden que prohibía a Eduardo Gil acercarse a su hijo, de 7 años, qe también se encuentra en el mismo colegio que la niña.

Poco después apareció el abogado de la madre de Isabel Gil para hablar con la señora. Ante esta situación, Eduardo Gil se negó a abandonar el colegio por miedo a que se llevaran a su hija, que "se encontraba trastornada por estos acontecimientos y se aferraba a su padre por miedo a que alguien se la llevara por la fuerza", según la ANPMSD. También hicieron acto de presencia el tío materno de la niña y la madre de ésta, que llegó acompañada de otrs 4 personas más, así como funcionarios de la Policía Judicial.

Al parecer, alguien dijo a los agentes que Eduardo Gil quería llevarse por la fuerza a su otro hijo, de 7 años, y que había llamado a varias televisiones y otros medios de comunicación.

Siempre según las mismas fuentes, la policía tranquilizó a Eduardo Gil, asegurándole que todo había sido un error y que en el informe dejarían claro, además de la inexistencia de medios de comunicación, que había actuado correctamente y que no tenía l intención de protagonizar ningún escándalo.

Eduardo Gil y su hija, así como los miembros de la ANPMSD que les acompañaron hasta el colegio, presentaron una denuncia por los hechos ante el Juzgado de Instrucción número 17 de Valencia.

Eduardo Gil se encuentra inmerso en un proceso judicial para conseguir la guarda y custodia de sus dos hijos, que convivían con la madre desde que la pareja se separó. Sin embargo, tras unas vacaciones en un campamento de verano, la niña manifestó a su padre que no uería regresar con su progenitora, ya que la amenazaba con internarla en un colegio y no se preocupaba de ella.

La niña ya comunicó esta decisión al juez sustituto del Juzgado de Familia número 8 de Valencia, quien prohibió a Eduardo Gil visitar a su otro hijo menor mientras la pequeña permanezca con él y no con su madre.