Según consta en la denunciainterpuesta en el Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia, el hijo pequeño de Eduardo Gil telefoneó a su hermana y mientras ambos mantenían una conversación la madre se puso al aparato, profiriéndo insultos dirigidos a la niña y amenazándola con que se la iba a llevar "a la fuerza", a lo que la pequeña contestó, antes de colgar, que "eso está por ver".

La niña, de 11 años, denunció ante el juez que las amenazas de su madre han sido continuas durante todo el mes de agosto y le reiteró su deseo de ivir de forma continuada bajo la custodia de su padre.

Por su parte, Eduardo Gil, quien ha recordado al juez las numerosas denuncias que ha interpuesto por circunstancias similares, declaró al magistrado que su hija estuvo llorando durante más de tres horas después de que la madre le dijera que se iba a ir con ella "por cojones", dejando a la niña en "un estado psicológico estresante".

Además, el abogado de Gil solicitó hoy al tribunal que lleva su caso la suspensión de la entrega de la niña a lamadre, como ordenó el juzgado, ya que la situación creada puede provocar a la pequeña "muy graves perjuicios" y "perturbaciones dañosas", máxime cuando ésta ha reiterado en numerosas ocasiones que no quiere vivir con su progenitora.