Briz declaró a Servimedia que el Consistorio de la Ciudad Condal se convierte en "proxeneta" por intentar abolir la prostitución callejera "con sanciones a prostitutas y clientes".

Además, tachó de "absolutamente absurdo" multar a una trabajadora del sexo en la calle "cuando no hay delito alguno por medio", y se preguntó si el delito es estar parada en la calle y ocupando un espacio público.

Finalmente, Briz subrayó que el Ayuntamiento de Barcelona tendría que haber habilitado un espacio para estas mujeres que no genere conflictos de convivencia con los vecinos o con los comerciantes.

"Es absolutamente hipócrita tratar de quitar a las mujeres de las calles y empujarlas a trabajar en los clubes, cuando éstos no tienen una regulación que las haga sentirse más independientes", concluyó.