"Esta sntencia", explicó García, "es positiva, ya que se le dan derechos a trabajadoras sexuales en un club de alterne y se les da alta en la Seguridad Social. Esta es una forma de integrarlas dentro de lo que es el reconocimeinto de sus derechos".

"Por otra parte, pensamos que la legislación y el reconocimiento de los derechos de las prostitutas es un tema complicado en el que habría que abrir un debate en el que participen también las prostitutas", agregó.

El TSJA obliga al propietario de un club de aterne a dar de alta en la Seguridad Social a las 12 prostitutas que em él trabajan, si bien tres jueces han emitido un voto particular en el que advierten del peligro de que el empresario se vea con derecho a exigirles una prostitución forzada.

Aunque el propietario, F.M.R., argumentó, durante una inspección de Trabajo, que las mujeres "ejercían libremente la prostitución en el horario de apertura" de su club, la sentencia declara que entre ambas partes "se daban los requisitos de una relación laboral.