El propio Herrero de Miñón reconoció en declaraciones a Servimedia lo "simbólico" de su gesto, que se limita a haber entregado la enmienda en el Registro de la Cámara Baja, "puesto que será rechazada por todos los grupos". Añadió que ningún dirigente del PP le ha advertido de que se le vayan a aplicar medidas disciplinarias.

El diputado conservador propone reducir en 6.877 millones de pesetas la partida presupuestaria dedicada a financiar la burocracia de los partido, que en el proyecto del Gobierno es de 9.168 millones. Esto supondría que todos los partidos tendrían que financiar su maquinaria durante 1993 con menos de 2.300 millones de pesetas

"Con esta medida", argumenta en la justificación, "se pretende que los partidos políticos, destinados por la Constitución a la formación de la voluntad popular (artículo 6), den ejemplo en las dificultades económicas del momento e inicien una reducción de su dependencia respecto del Presupuesto del Estado, que debiera culinar en ejercicios ulteriores".

En opinión de Miguel Herrero de Miñón, esos 6.877 millones podrían ayudar a "enjugar el déficit" y aunque es una reducción modesta está cargada de "eficaz simbolismo".

"Puesto que las fuerzas políticas democráticas propugnan, y hacen bien, la austeridad, la tramitación y aprobación de esta enmienda les permite dar ejemplo de tal austeridad, autorrestringiendo su financiación y sus gastos", concluye.