Herrera llama al concejal de Latina chulo, cacique y prepotente ---------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Los grupos municipales de oposición en el Ayuntamiento de Madrid, Izquierda Unida (IU) y PSOE, cuestionaron hoy la autoridad del alcalde, a raíz del conflicto surgido en las fiestas del barrio de Aluche, motivado por la decisión del concejal el distrito, Sigfrido Herráez, de no permitir la instalación de las casetas de partidos políticos.

El portavoz de IU, Francisco Herrera, declaró que la decisión de Herráez ha provocado una situación "verdaderamente insólita, y que un presidente de junta municipal, actuando de una manera caciquil e irresponsable, prohíbe la instalación en el recinto ferial de un quiosco de una formación política que tiene representación municipal".

Tras señalar que desde hace muchos años las fiestas de Aluche han contado con la participación de los chiringuitos de partidos políticos sin que nunca haya habido problemas, Herrera subryó que la ordenanza que regula la actividad ferial en los festejos populares concede prioridad a partidos y asoiaciones vecinales con presencia en la zona.

El edil de IU recordó que en el último pleno municipal pidió al alcalde que indicase al concejal del distrito que rectificase y permitiese la instalación de la caseta.

"Así se comprometió el alcalde y, a pesar de ello, el concejal de Latina, actuando de una manera absolutamente insólita, está haciendo lo que le da la gana. Ha levantado el quiosco y ha provocado un problema de orden público", indicó Herrera.

Para el portavoz de la coalición, del coflicto sólo se pueden derivar dos conclusiones: que el alcalde no manda absolutamente nada, porque cada concejal hace lo que le da la gana, al margen de su opinión, o que Herráez es un cacique y tiene las formas de actuar del prepotente, chulo y recién llegado.

Por su parte, el Grupo Socialista, en un comunicado de prensa difundido hoy, considera que la mediación del alcalde expresada en el pleno del pasado día 27 no ha tenido el menor efecto, lo que demuestra que la autoridad del alcalde queda en entedicho y no es acatada por sus concejales.

Según el PSOE, la prohibición de instalar casetas de partidos políticos en las fiestas de los distritos, no sólo significa un claro incumplimiento de las ordenanzas municipales, sino que, de forma más profunda, expresa el deseo del PP de "acabar con la participación y con las fiestas, en línea con su concepción elitista de lo lúdico".

A esta oleada de críticas se sumó también la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), que entiene que prohibir la instalación de casetas de asociaciones, partidos o sindicatos es una "injerencia inadmisible, que revela el talante antidemocrático del actual equipo de gobierno municipal".

(SERVIMEDIA)
29 Mayo 1992
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