Herrera explicó que el pleno del próximo 7 de octubre, donde serán aprobados los nuevos impuestos municipales, significará para IU, desde el punto de vista político, una moción e censura al alcalde y al gobierno que le sustenta, por manifiesto fraude a su electorado.

Tras recordar que el PP se presentó a los comicios municipales con el firme planteamiento de que la presión fiscal nunca iba a superar el IPC, Herrera señaló que dicha promesa ha sido vulnerada manifiestamente, ya que el incremento global de la fiscalidad en Madrid para 1993 será del 13,5 por ciento y no del 7 por ciento, como defiende el concejal de Hacienda.

"Si Judas vendió a Cristo por 30 monedas de plaa, el alcalde de Madrid está vendiendo a su electorado por un plato de lentejas, que se concreta en unas cifras presupuestarias", indicó.

El portavoz de IU acusó de cinismo y falacia a López Amor por decir de el Ayuntamiento únicamente sube los impuestos un 7 por ciento, cuando sabe perfectamente que los Presupuestos Generales del Estado recogen el incremento del valor catastral de los inmuebles, por lo que tiene que tener en cuenta ese porcentaje a la hora de establecer los impuestos".

A su juico, si el PP hubiera querido cumplir su promesa de congelar los impuestos, la presión fiscal únicamente se tendría que haber incrementado en un 5 por ciento, aumento de los valores catastrales recogido en los presupuestos presentados por el ministro de Economía, Carlos Solchaga.

Herrera entiende que el Ayuntamiento se ve obligado a subir los impuestos porque su actual situación económica se acerca a la suspensión de pagos.

En su opinión, el equipo de gobierno municipal necesita recaudar fondos par hacer frente a los 119.000 millones de pesetas de deuda a largo plazo y los otros 46.000 millones a corto plazo.