En una rueda de prensa tras la reunión de la Junta de Portavoces de la Cámara Baja, Herrera arremetió contra una propuesta "profundamente anticatalana, con argumentos que han alimentado una profunda catalanofobia, y la puesta en escena de hoy así lo avala".

Agregó que el número de dirigentes del PP catalán presente ha sido "inversamente proporcional al número de firmas recogidas en Cataluña", e indicó que sólo ha logrado movilizar al 40 por ciento de su electorado, el "más radical", y eso a pesar de haber utilizado "recetas más que discutibles, como la mentira".

En su opinión, Rajoy se ha demostrado como "uno de los grandes separadores" del país, e ironizó con la posibilidad de que el independentismo le ponga un monumento, al tiempo que reprochó a "los engominados, los que hacen que la sociedad sea cada vez más desigual, que hablen de igualdad" entre territorios.

Insistió en que la escenificación de la entrega de firmas a las puertas del Congreso de los Diputados pone de manifiesto un "gran nerviosismo, porque el Estatuto no va a romper España, pero sí que la va a cambiar, y también va a cambiar a los dirigentes del PP".

Este es, en su opinión, uno de los motivos de que "la tripleta fantástica de Rajoy, Acebes y Zaplana" haya convertido en proposición no de ley la anunciada inicialemente, que era de ley, con una puesta en escena "exagerada", que "más que una comparecencia ante los medios era prácticamente un mítin".

Por todo ello, anunció que su grupo parlamentario va a formular una queja a la Mesa del Congreso de los Diputados por haber permitido esta convocatoria al PP, ya que considera que "a ningún otro partido se lo habrían dejado hacer".