LOS HERMANOS DE COUSO ACUSAN A LOS JUECES DE LA AUDIENCIA DE "LEGALIZAR" SU ASESINATO
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Los hermanos de José Couso, el cámara de televisión que murió en la guerra de Iraq por un misil lanzado desde un tanque estadounidense, han enviado una carta abierta a los jueces de la Audiencia Nacional que han archivado la causa, en la que les acusan de servir "a los nuevos nazis".
La carta, firmada por Javier Couso Permuy, dirigida a los jueces de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional y fechada el 16 de marzo, ha sido enviada a medios de comunicación con la denuncia de que los grandes diarios se niegan a publicarla.
"No puedo negar que duele", dice la carta, "aunque nos lo esperásemos. A pesar de intuir la mano larga del Imperio, la ley del silencio cayó como sal sobre nuestra herida, sinónimo de hiel arrojada contra nuestro hermano".
Después de citar los nombres de los tres jueces, Javier Couso asegura que ve "la sombra de cuervos negros que ya no os abandonará nunca y percibo a cada paso que dais la sangre que vertió a chorros la pierna destrozada de mi hermano".
"Hay momentos en que uno elige de qué parte está, a quien sirve y a quien debe lealtad", y la historia da muestras de que "hay jueces que bendicen los asesinatos de civiles y hay jueces que intentan perseguirlos, hay justicias pequeñas que claudican y otras que aún sabiéndose minúsculas se engrandecen enfrentándose a las injusticias grandes y poderosas".
Dice por ello a estos tres jueces que hoy no son más "que las togas de la impunidad, los leguleyos de la injusticia postrados ante los nuevos nazis que no reconocen ni Derecho Internacional, ni Justicia Humanitaria".
"Vosotros os ponéis al servicio de los que torturan en Abu Gharib, de los que encarcelan sin derechos en Guantánamo, de quienes secuestran en Europa, de los que subcontratan la tortura, de los que cañonean periodistas y civiles".
Denuncian que dieron igual las pruebas presentadas, las filmaciones, los testigos, lo publicado y lo testificado por los compañeros de Couso.
"Acabáis de legalizar el asesinato de mi hermano y de sus compañeros, extendiendo al tiempo una patente de corso que sirve como modelo en futuras actuaciones delictivas, en las cuales solo habrá que esgrimir una supuesta identificación errónea del enemigo, para escaparse a toda acción de la justicia", denuncian.
Expresa por ello "más de una duda razonable de vuestra honorabilidad y quiero que sepáis que mientras me acompañen las fuerzas me tendréis enfrente con la mirada limpia, pues yo que ni siquiera he rozado la muerte, puedo miraros con la cabeza bien alta a vosotros, que aun repletos de títulos, laureles y despachos, un viernes de marzo, legalizastéis el asesinato de mi hermano".
(SERVIMEDIA)
23 Mar 2006
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