El encierro acabó en una batalla campal, al cargar la policía contra un grupo de jóvenes que destrozaron la plaza de toros, en protesta por la negativa del concejal de Cultura, Javier Ollero, a retornar los astados a la arena, una ve que fueron introducidos en los toriles.

El encierro comenzó a las ocho de la mañana, aunque su duración fue menor que la del primer día para evitar, según fuentes de la organización, que se produjeran un número elevado de heridos.

Esta decisión provocó el enfado de unos cien aficionados que estaban en el interior de la plaza de toros y exigieron el retorno de los animales a la arena.

Ante la negativa de Javier Ollero, los aficionados comenzaron a proferir insultos, pasando posteriormente a a acción y causando destrozos, por lo que la Policía Local avisó a la Nacional, que acudió al lugar con diez dotaciones.

La joven de 19 años fue ingresada en el hospital Doce de Octubre, de Madrid, tras recibir el impacto de una pelota de goma en un ojo.